Irene y Rubén
Me encantan los ambientes naturales, quizá porque me encuentro cómodo en ellos, puedo cerrar los ojos y tan solo escuchar a mi alrededor, tan solo yo, y la naturaleza, es un momento de calma y tranquilidad, en el que conecto conmigo mismo, y en este caso con Irene y Rubén.
Lo que iba a ser una tranquila preboda en la sierra, en un ambiente natural, acabó en Segovia disfrutando de de su compañía. Y tengo que decir que fue una auténtica delicia compartir ese momento con vosotros, parecía como si todo estuviese planeado para que ese día y en ese lugar fuese para vosotros dos solos, vuestro momento único y especial
Gracias por dejarme colarme en vuestro amor y vuestras ilusiones, y gracias por enseñarme un sitio tan maravilloso como el que estuvimos.
Dentro de poco vuestro gran día, y allí estaré capturando vuestras emociones.
Os quieroo¡¡¡