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        Llevas meses organizando tu boda con todo el cariño, pensando cada detalle, la distribución de cada espacio, cómo puede disfrutar al máximo cada invitado con lo que ha sido pensado para ellos y buscando a los mejores proveedores de cada una de las cosas necesarias para formar la boda al aire libre perfecta.

        Se le dedica mucho tiempo, sobre todo, a la decoración del evento, ya que los asistentes deben encontrarle un punto de similitud con tus gustos, estando todo perfectamente coordinado y con un estilo muy propio.

        Por eso necesitas a alguien que se encargue de que todo ese mimo y esfuerzo no quede simplemente en el recuerdo, sino que puedas visualizarlo cada vez que te apetezca.

        Tu boda vintage, siempre inmortalizada

        Los elementos para crear una boda vintage son muchos y muy variados. Pueden ir desde maletas, puertas antiguas perfectamente decoradas y lacadas, casi siempre en tonos blancos o pastel, sillas de madera, palets decorados con plantas, marcos de fotos… Todo esto siempre con muchas flores de tonos pastel que le den vida a estos elementos vintage, con letras recreando los diferentes espacios y las iniciales o nombres de invitados y novios.

        Además, en el caso de que la boda se celebre por la noche, a estos elementos se les unirán pequeñas bombillas de luz para crear un espacio muy romántico y tranquilo.

        Los fotógrafos encargados de realizar este tipo de reportajes deberán estar pendientes de la pareja que acaba de casarse, pero también de que los diferentes elementos decorativos tengan su importancia y estén inmortalizados, además de que sirvan de escenario perfecto para fotografiar a la pareja.

        La decoración de una boda rural

        Una tendencia muy de moda cuando se celebra una boda en finca es apostar por una boda rural. Este tipo de celebraciones son ideales para realizar al aire libre, ya que se pueden aprovechar los elementos de la naturaleza y recrear una especie de jardín bucólico en el que la inspiración será la base de la celebración, tanto para los invitados como para los encargados de inmortalizar cada momento de la fiesta.

        Estas bodas se caracterizan por disponer de mesas largas de madera sin mantelería con muchas flores en el medio. Las sillas serán, por lo general, también de madera, y las luces colgarán de los árboles para proporcionar un ambiente cálido y natural, sobre todo si es de noche.

        Si es de día, es conveniente ubicar las mesas bajo los árboles de la finca.

        Si hay algo en la decoración que los fotógrafos de esta boda no dejarán pasar serán la enorme cantidad de flores, las antiguas cajas de fruta, las balas de paja y los farolillos luminosos.

        Un escenario maravilloso para el que los invitados habrán dado con el outfit perfecto y los novios habrán sabido adaptarse a la perfección.

        Una boda al aire libre requiere elementos diferentes a los de una boda en un espacio cerrado. Entre todos ellos, uno de especial relevancia es dar con el perfecto fotógrafo que inmortalizará cada elemento, momento y detalle, pudiendo así hacer llegar a través de las imágenes el auténtico ambiente a quienes no estuvieron en la boda.